Los científicos producen evidencia indirecta de filamentos y capas gaseosas conocidos como Whims que unen grupos de galaxias en la red cósmica.
Hice un resumen traducido de las últimas noticias cosmológicas:
La materia oscura es uno de los problemas más desconcertantes de la cosmología: parece que falta hasta el 90% de la materia ordinaria en el universo. El enigma surgió primero de las mediciones de la radiación que dejó el Big Bang, lo que permitió a los científicos calcular cuánta materia hay en el universo y qué forma toma. Se demostró que aproximadamente el 5% de la masa en el universo se presenta en forma de materia ordinaria (galaxias, estrellas, polvo espacial,hidrógeno, etc.) y el resto se explica por la materia oscura y la energía oscura. Cuando los científicos han contado todos los objetos observables en el cielo, estrellas, planetas, galaxias, etc., se encontraron con que solo parece explicar entre un décimo y un quinto de lo que debería estar ahí, para que el universo se comporte gravitacionalmente como lo hace.
El déficit se conoce como el “problema de los bariones perdidos”, los bariones son las partículas subatómicas ordinarias como protones y electrones.
Ahora bien:
La distribución de las galaxias en el universo sigue un patrón similar a una red y los científicos han especulado que los bariones desaparecidos podrían estar flotando en filamentos y láminas gaseosas difusas que unen los grupos de galaxias en la red cósmica.
Los cálculos teóricos sugieren que estos hilos gaseosos, conocidos como el Medio Intergaláctico Cálido (o el WHIM o Capricho, por sus siglas en inglés), deberían sumar alrededor de un millón de grados centígrados. Una niebla de gas a esta temperatura es demasiado fría para emitir rayos X que podrían ser vistos por telescopios ordinarios de la Tierra, pero no lo suficientemente fría como para absorber cantidades significativas de luz que lo atraviesan.
“El problema es que es en este régimen de temperatura inusual en el que no podemos verlo”, dicen los científicos.
Ahora dos equipos de científicos por separado, uno en la Universidad de Edimburgo y el otro en el Instituto de Astrofísica Espacial en Orsay, Francia, han producido evidencia indirecta convincente para el Capricho. Ambos equipos confiaron en el hecho de que cuando la radiación viaja a través de un gas caliente, se dispersa, lo que significa que el Capricho debe aparecer como un contorno oscuro en el fondo cósmico de microondas.
Los científicos superpusieron las observaciones de la radiación cósmica de fondo, realizada por el observatorio espacial Planck, y el mapa tridimensional más detallado de la red cósmica, creado por la Encuesta Sloane Digital Sky Survey (SDSS). Plantearon la hipótesis de que si hubiera hilos de gas que vincularan los cúmulos de galaxias, estos deberían aparecer en los datos de la misión Planck.
El equipo de Edimburgo descubrió que las regiones entre las galaxias parecían ser unas seis veces más densas que los pedazos de espacio circundantes y, cuando se resumían, estos hilos gaseosos podían representar alrededor del 30% de la materia ordinaria del universo. Los cálculos de los equipos franceses salieron en un poco menos que esto, pero los números son consistentes.
Las mediciones iniciales aún no representan toda la materia ordinaria, y algunos creen que la porción restante podría estar compuesta por objetos exóticos no observados, como agujeros negros o estrellas oscuras.
Los cosmólogos están todavía por descubrir la naturaleza de la materia oscura, que constituye aún buena parte del universo que no se ha detectado.
El físico de partículas Lawrence Krauss, autor de los libros de cosmología “Un Universo de la Nada” y “La más grande historia jamás contada… hasta ahora”, comentó en el Twiter:
“No es la materia oscura exótica dominante, sino la materia más normal y ahora verificada como oscura también, como se predijo. ¡La ciencia funciona!”